Los comercios de hoy en día deben enfocarse en muchas tareas: redes sociales, avances tecnológicos, cambios en los hábitos de consumo, nuevas tendencias de packaging, etc. En ocasiones realizar todas estas actividades no deja espacio para poder enfocarse en la principal actividad: atender a los clientes de manera excepcional. Te compartimos algunos hábitos que te ayudarán a vender más mientras consientes a tus clientes.
1. Ve a todos como posibles clientes
Es común pensar que las personas que entran a una tienda solo entran para ver, pero la realidad es otra. Todas las personas que visitan una tienda lo hacen con el objetivo de descubrir algo nuevo, compararlo con algo que vieron en línea, y si la oferta en tienda física es mejor, comprarán el producto. Así que ya sabes, la próxima vez que alguien entre a tu tienda no pienses que “solo está mirando”, trátalo como un cliente potencial.
2. Di ¡hola!
Es muy probable que cuando una persona entre a tu tienda no te diga exactamente qué está buscando, y las razones pueden ser muchas: quizá es una persona tímida, quizá está esperando que inicies la conversación, probablemente no se siente cómodo o simplemente ni él mismo sabe lo que quiere. En lugar de llegar con preguntas directas, puedes acercarte de manera amable e iniciar la conversación con un simple “¡hola!, ¿buscas algo en especial?”
Dependerá de la personalidad del consumidor si te responde en ese instante o si prefiere seguir viendo los productos que hay en tu tienda. Si decide echar un vistazo más detallado a tus productos, deberás darle espacio y tiempo para observar todos los productos que ofreces, pero siempre mantente cerca de tu cliente por si le interesa algo tenga la confianza de hacértelo saber. Por muy simple que pudiera parecer, este es uno de los hábitos más fáciles de implementar y que genera mejores resultados.
3. Atiende a tus prospectos
Relacionado al punto anterior, hay muchos especialistas del retail que consideran que cuando un prospecto ingresa a una tienda es mejor dejarlo solo y darle su espacio, ya que si le interesa un producto te lo hará saber, sin embargo hay otros que no consideran lo mismo. Es un poco complicado llegar a una conclusión definitiva para saber qué práctica es la mejor. Pero sí podríamos decirte que hay clientes que no quieren ser molestados mientras observan la tienda, pero siempre quieren tener la seguridad de que en el momento que necesiten a un vendedor ahí estará disponible para atender cualquier duda.
4. Vende calidad
Cuando un vendedor está mostrando los productos que le podrían interesar al comprador, deberá empezar por mencionar las características de los productos de mejor calidad, no por los más baratos. Ya que en ocasiones los vendedores solo quieren cerrar una venta para obtener comisiones, sin embargo, tú como dueño del negocio deberás capacitar y motivar a tus empleados para que siempre se enfoquen en vender los productos de mejor calidad, sin importar el precio. Ese es el trabajo de un buen vendedor: vender lo mejor.
Si se tratara de vender lo más barato o en oferta casi cualquier persona podría hacerlo. Pero la labor diaria de los empleados es estar en constante capacitación para poder convencer a cualquier cliente de que las funcionalidades de un producto mejor (y en ocasiones más caro) es la opción que deben adquirir.
5. Ofrece el paquete completo
Una vez que tus prospectos ya hayan entrado a tu tienda, será labor de tus vendedores convencerlos de adquirir todos los productos que complementen su compra. En muchas ocasiones los consumidores asisten a los negocios para ver qué producto podría mejorar/facilitar su vida, por ello, es importante que al momento de ofrecer un producto tus colaboradores realicen una venta cruzada, es decir, mostrar productos adicionales que complementen el producto “principal”.
6. Escucha a tus clientes
Aunque pudiera parecer obvio, no hay nada mejor que escuchar y entender a tus clientes. Si un comprador hace comentarios sobre áreas de oportunidad en tu tienda, siempre deberás atenderlas. En muchas ocasiones estas opiniones las encontrarás en internet o en redes sociales. Una vez que hayas identificado los aspectos en los que puedes mejorar, deberás entenderlos, examinar si es posible realizarlos o si se adaptan a tu presupuesto y/o objetivos, y ponerlos en marcha.
7. Zapatero a tus zapatos
La tarea de un vendedor es vender. Por ello, no se debe pasar por alto este indicador, ya que es la muestra de la capacidad que tienen los vendedores para cerrar una venta. Si consideras que tus ventas han bajado o que no has vendido lo estimado, deberás capacitar a tus colaboradores para cerrar más ventas y enfocarse en su trabajo, y si aún así no logran alcanzar tus números meta, será mejor que su trabajo lo haga alguien más que sí pueda lograrlo.
Sabemos que podría resultar en una tarea titánica realizar todos estos hábitos de un día a otro, sin embargo, como toda rutina se debe comenzar poco a poco y no desistir. Puedes comenzar por saludar a todos los prospectos que entren a tu tienda, observar y medir su respuesta, y si obtienes los resultados esperados con el pequeño cambio, te será más fácil mantenerlo a través del tiempo.
Por otro lado, si no ves la respuesta deseada, deberás hacer modificaciones a la manera en que tus vendedores realizan el primer contacto con tus prospectos. Pero no pienses que eso significa un fracaso, todo lo contrario, para consolidar buenas prácticas empresariales deberás estar en constante renovación y probar nuevas maneras de mejorar el servicio.
Con el paso del tiempo podrás ir implementando nuevos hábitos que te ayudarán a diferenciarte de la competencia. Además, en la actualidad los negocios que tienen la capacidad de adaptarse al cambio, estar en constante innovación y descubrir oportunidades donde otros ven adversidades, se consolidan como los favoritos de los clientes.